Descripción
La pornografía se ha apoderado de nuestra sexualidad y ha colonizado el imaginario erótico. Contamina lo que toca en cualquier cultura y atraviesa iconografías. Hoy se vende como expresión de rebeldía contra la moral conservadora. Se promociona en nombre de las libertades y, sin embargo, no lleva a ninguna revolución libertaria o colectiva. Nuestras vidas se pornifican porque nuestra productividad no se ve afectada. El ciudadano ha incorporado como derecho la explotación sin moderación de su erotismo, sus fantasías y hasta de la intimidad ajena. La educación sexual de los adolescentes también pasa por el porno, gratuito, variado y disponible veinticuatro horas.
Reviews
There are no reviews yet.